domingo, 26 de junio de 2016

UNA PREGUNTA INTRIGANTE SOBREVUELA GUINEA ECUATORIAL: ¿”A QUÉ SE DEBE TANTA PELEA ENTRE EL PRESIDENTE OBIANG NGUEMA MBASOGO Y EL OPOSITOR SEVERO MOTO NSA”?


Por Severo Moto Nsa

Respuesta de Obiang Nguema: “Entre Severo Moto y yo, no hay problema político; sino un problema personal. Se quedó con una chica mía, en España”
Respuesta de Severo Moto Nsa: “Hay una profunda e irreconciliable diferencia de preparación cultural e intelectual entre Obiang Nguema y yo. No entiende que yo rechace sus ofertas de corrupción (dinero y cargos); lo que le humilla profundamente, como presidente omnipotente, multimillonario y experto corruptor de los mundos...”
En sus confidencias íntimas, Obiang Nguema asegura que “todos sus ministros, altos cargos guineanos, oposición…y fingidos amigos de dentro y fuera, son unos mendigos, muertos de hambre, falsos políticos, lame traserillos, abrazafarolas, chupópteros… Per Severo Moto Nsa,  no sé por qué,  es el único que se ha negado a todo lo que le he ofrecido y propuesto”. Y añade Obiang Nguema: ¿Es que se cree que  es el único que puede gobernar este país, o qué?”.

Exiliado y abandonado en España -por órden de Obiang Nguema.-
 Yo me exilié en España, el  mes de enero de 1982, después de haber sufrido una larga prisión, sin juicio ni condena, de 3 años (1976-1979); siendo Jefe de Cárceles, el Teniente Coronel Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
SIRVIENDO A LA GRAN MENTIRA.- A propósito del golpe de estado del 3 de agosto de  1979, fui extraído de la cárcel, de la misma manera que fui introducido en ella (sin juicio ni condena) con el objetivo, del golpista Obiang Nguema, de utilizar mi preparación profesional periodística para, a través de los medios de información, dar eco nacional convincente de la bondad del golpe de “libertad”. Y juro, por mi DIOS, que cumplí con mi obligación y deber profesional. Mi presencia en los medios de comunicación nacionales, recién salido de la cárcel de tres años, fue decisiva y clave, para que la gente se creyera, como yo, que con el golpe de estado, había llegado la LIBERTAD a Guinea Ecuatorial. ¡¡¡Qué grande y pérfida mentira!!!
 “Creo que debemos darle un margen de confianza a Teodoro, para ver si hace algo distinto a su tío Macías y cambia la situación”. (Con estas palabras me conquistó mi gran amigo, el ilustre intelectual guineo, Enrique MATOGO OYANA, cuando  me transmitió que Obiang Nguema me había sacado de tres años de cárcel (sin juicio ni condena) con la intención de utilizar mi preparación periodística para dar cobertura y propaganda a su golpe de la LIBERTAD.
Del 3 de agosto de 1979, al 6 de noviembre de 1981, mediaron dos escasos años para que me diera cuenta de que el golpe de estado, bautizado como de “libertad” era una solemne MENTIRA. Yo lo comprobé en mi profesión como periodista. El mensaje de “LIBERTAD” que me servía de argumento clave para convencer al pueblo guineano de la bondad del golpe, a través de los medios de comunicación (Radio, Prensa y Televisión), desapareció al día siguiente del regreso a España de los Reyes, Don Juan Carlos I y Doña Sofía, quienes, con su primer viaje a la supuesta “nueva Guinea Ecuatorial”, que se anunciaba, se apresuraron a validar y bendecir el golpe de estado perpetrado por el Teniente Coronel, Obiang Nguema contra su tío, Macías Nguema; serenando, así, los ánimos dudosos del pueblo guineano. Durante la estancia de los Reyes españoles en Guinea Ecuatorial, y mientras se repartían los cargamentos de regalos reales, la palabra LIBERTAD llenaba los medios de comunicación de Guinea Ecuatorial, bajo mi directa responsabilidad, como Director Técnico de Información. En cuanto se marcharon los Reyes de España, el golpe de “libertad” se quitó inmediatamente su máscara y tomó su verdadero significado de golpe de “estado”. Automáticamente perdió sentido y realidad la palabra “LIBERTAD”; y mi trabajo profesional de periodismo dejó de tener valor, y se transformó en una profesión de muy alto riesgo. Ya no se podía hablar en Guinea Ecuatorial de LIBERTAD.
Aquí arranca la imparable, irreparable, irreconciliable “pelea” entre Severo Moto Nsa y Teodoro Obiang Nguema. No nos parecemos en nada, más que en el color de la piel. Él es equató-gabonés de origen; yo, guineo. Era, es, imposible coincidir su concepto de Gobernar matando a rivales, creando enemigos y corrompiendo a todos, con mi concepto de gobernar creando y protegiendo la vida de todos y haciendo amistades leales no colgadas de la corrupción.
EL TRISTE SALTO AL EXILIO.- Y… a la primera que pude, decidí tomar el camino del exilio (15 de diciembre de 1981, vía República Gabón). 
Y en aquel cayuco que me conducía de Cogo (Guinea Ecuatoral) a Cocobeach (Gabón), me acordé  del canto nostálgico del poeta latino: “Cum subiit illius tristíssima noctis imago… qua tot mea cara reliqui…” (“Cuando me viene a la mente la imagen de aquella tristísima noche en que abandoné tantas cosas mías tan queridas…”) Desde ese mismo cayuco me nació la idea de que “Huir al exilio es preparar el retorno a casa”
Una decisión larga y profundamente meditada y tomada durante mis tres años de cárcel (sin juicio ni condena). Decisión que, al abandonar la cárcel, no tuve tiempo de poner en marcha, antes de que me llegara la orden de ponerme a cargo de los medios de comunicación del país.
Este primer capítulo de “pelea” y desacuerdo entre los dos,  no nace tan fácilmente de la prohibición de que yo ejerciera mi profesión de periodista, en base a hacer uso de la LIBERTAD  e intentar trasladarla al pueblo guineano, desde los medios de comunicación oficiales. El escasos año y medio en el ejercicio del cargo de Secretario de Estado de Información, tras mi abandono de la cárcel, estaban preñados de desencuentros con el presidente golpista, Obiang Nguema, quien, episodio tras otro, demostraba un nerviosos y violento complejo de inferioridad, ante los Ministros, Secretarios de Estado o cualquier alto cargo civil de su Consejo Militar Supremo (CMS) que tuviera (¡aun sin exhibirlo!) un nivel de preparación superior a él.
“Yo sé que no he estudiado mucho; pero que nadie piense que ha estudiado mucho”  
Este era (y es) el mensaje de advertencia, amenaza y  extraña “presunción de incultura” que el presidente golpista, Obiang Nguema, dirigía a los Ministros reunidos en Consejo. Yo no sabía renunciar; es más, me negué a renunciar a mis más de catorce años de estudios en Escuelas, Colegios, Seminarios Claretianos, Normales de Magisterio y Facultad de Periodismo. Bagaje mental que yo estaba (estoy) dispuesto a ofrecerlo generosamente a mi pueblo) y que el presidente golpista parecía despreciar o simplemente obligarme a abandonar, para parecerme a él. Aquí, y solo aquí, en esta diferencia de años de estudio, de formación y preparación, radicaba y radica la pelea entre el todo poderoso y multi-mil-millonario, Teodoro Obiang Nguema y yo,  Severo Moto Nsa. Cuanto más rico y acomplejado es Obiang Nguema, más lejos está de mi falta de complejos.
Estoy plenamente convencido de que este comentario no va a gustar para nada al presidente de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo. Por la misma razón con que prohíbe que nadie piense que ha estudiado mucho, cree que TODO, en el fondo, es una broma. Que no hay que tomar nada  de lo que haga, en serio: Broma pesada, cuando asesina, aniquila y “manda al infierno” (frase muy suya) a alguien y obliga a sus familiares a no enterrarlo ellos, ni llorar mucho; para no levantar sospechas ni hacer ruido. Broma de burla y tomadura de pelo cuando se dio cuenta y se ha convencido de que TODO EL MUNDO (equató-la, españoles, chinos, rusos. Americanos, africanos…) tiene un precio en dinero y corrupción; en cargos (altos o bajos) pero inútiles o perjudiciales para el servicio al pueblo guineano. Lo importante, sobre todo, para Obiang Nguema, es no lucirse ni mostrar capacidad mental e intelectual para ejercer el cargo que te ha confiado. Lo importante es que no demuestres lo que sabes. De ahí nace aquel consejo de un importante personaje de la vida pública de Guinea Ecuatorial cuando asegura: “Para poder vivir en Guinea Ecuatorial hay que saber disimular” “Que nadie piense que ha estudiado mucho” (Aquel “sabio” consejo del cojo a los demás, ante la presencia e una fiera: “No corráis que es peor”. De ahí nace la gran palabra tan utilizada por  Don Armengol Ondo Nguema, hermano de Obiang Nguema, al referirse al mundo intelectual guineano: “¡¡¡HAY QUE BAJARLES LOS HUMOS!!!” Y, acto seguido: La detención, la tortura y la muerte.
Y VOLVI DEL EXILIO, DESPUÉS DE CINCO AÑOS, PARA CUMPLIR CON MI LEMA. 
UNA PUÑALADA TRAPERA.- Para ocultar violentamente, como siempre, el enfado contra mí, por no saber disimular, por ser fiel a mis convicciones nacidas de mi dedicación a la formación; para apagar ese fuego de rabia y cubrir su terrible complejo; sobre todo, en cuanto sintió en sus carnes el agujón de un Partido del Progreso que nada más pisar suelo guineo arrasaba y se quedaba con el pueblo guineano, Obiang Nguema, muy avispado y gran conocedor de la debilidad de un pueblo, años y años de independencia educado en el miedo y despresurizado, creó y lanzó a los cuatro vientos el cobarde mensaje en: “Entre Severo Moto y yo, no hay problemas políticos; sino problemas personales. Es que se quedó con mi china en España”
Y el equató-gabonés, Obiang Nguema Mbasogo creyó haber tocado y  dado en lo que para él era la línea de flotación de cualquier africano, creyendo haber hundido a Severo Moto Nsa política y socialmente. Creyó, con ese golpe  bajo, haber “BAJADO LOS HUMOS POLITICOS” al político guineo que, con su llegada a Guinea Ecuatorial, desde el exilio, le había reventado todos los esquemas de su prepotencia de NKÚKUMA (Jefe de tribu)
La población guineana, sus capas más bajas y desfavorecidas culturalmente, incapaces de hacer un  análisis profundo de lo que pasaba; el cuerpo diplomático acreditado en  el país, y los grandes amigos españoles de Obiang Nguema (eternos incómodos con la promoción y los valores intelectuales de los negros africanos de Guinea Ecuatorial, pronto se hicieron eco del mensaje: “Entre Severo Moto y Obiang Nguema no hay problemas políticos; sino problemas de mujeres”. Y el mundo se llenó los oídos y se solazó ampliamente con el mismo mensaje barriobajero.
¡¡¡GOLPISTA!!!.- Luego, Obiang Nguema, un golpista profesional que desplazó del poder y asesino a su tío de un golpe de estado; convertido en estratega de la maldad, y consciente de la acusación que sobre él pesaba de ser un presidente golpista, se aprestó a trasladar la palabreja “GOLPISTA” a Severo Moto. Sus amigos españoles tardaron los segundos que tarda un mensaje por teléfono, fax, télex o internet, para expandirlo por el mundo en el claro objetivo de cubrir, empañar y eclipsar la fulgurante estrella del Partido del Progreso, en la persona de su Presidente. Esta nueva estrategia de Obiang Nguema se convirtió en un auténtico boomerang; pues mientras el mensaje de golpista revoloteaba por los aires, en los corazones de los guineanos latía un sentimiento unánime: “¡Por lo menos, él intenta sacarnos de este infierno!”
ATENTADOS DE MUERTE.- Para completar el capítulo de estrategias para alejar la sombra desafiante, incómoda y rebelde de Severo Moto y del Partido del Progreso, Obiang no ha dudado en organizarme atentados de muerte: Desde frustrados planes de enviarme mujeres para “envenenarme en la cama”; órdenes de asesinato contra mí, dadas a su hermano Armengol Ondo Nguema, mientras él se hallaba de viaje; hasta la orden de mi asesinato dada a su íntimo amigo, un político español; plan que se pifió en CROACIA, después de que el multi-mil-millonario Obiang Nguema movilizara los Servicios Secretos y desembolsara 15.000,000 (quince millones) de dólares para premiar a la panda de asesinos movilizados para ello. Luego ordenó al gobierno español de turno que  me expulsara de España, tras desposeerme del “status” de asilo. (Felonía rechazada por el Tribunal Supremo Español) El todo poderoso dictador, incansable estratega de maldades no se dio por vencido (No se sabe si se le devolvió los 15 millones de dólares invertidos en el fracasado atentado de CROACIA contra mí…) La penúltima venganza de Obiang Nguema contra mí, fue conseguir que yo fuera -posiblemente- el único preso político de España, en muchos años. Privilegio que disfruté en la cárcel de Madrid-Navalcarnero, acusado de tráfico de armas para ir a matar a Obiang Nguema… Burda acusación de los servicios secretos, descartada y pulverizada por la propia AUDIENCIA NACIONAL. 
ENVENENADOS CANTOS DE SIRENA.- Después de tanto intento fracasado de probar la violencia contra mí, con la inestimable ayuda y apoyo de sus grandes amigos y lobbies, Obiang Nguema, quizás recriminado por su ineficacia en la utilización, directa, y abierta de la violencia contra mí, alguien le habría aconsejado ensayar un nuevo truco. Atraerme con el señuelo de trasladarme (en silencio y secreto) a Guinea Ecuatorial, “como otros”, para participar en Mesas de Diálogos con él. Ha movilizado Embajadores y Ministros africanos; nos ha enviado mensajeros negros y blancos; con una sola y única oferta: Volver a Guinea Ecuatorial; aceptar dinero y cargos en su gobierno y, como a otros, “bajarme los humos”. Lo que es lo mismo que invitarme y empujarme  a meterme en el mismo TUNEL DE LA MUERTE de tantos otros como Eloy ELO NVE MBENGONO Bonifacio NGUEMA ESONO o de quienes, sin tener que volver del exilio, ya entran en el túnel de la muerte como el recién asesinado Ministro Secretario de Presidencial encargado del Gabinete de Obiang y de su mujer, en Guinea Ecuatorial, Don Braulio.
“La política se hace en el país, y no fuera…” –Se desgañitan Embajadores de Obiang Nguema (Purificación Angué Ondo…en España); los jabatos de ASHO (Asociación de Hijos de Obiang Nguema), ACUO (Asociación de Cuñados de Obiang Nguema) ACHO (Asociación de Chivatos de Obiang Nguema, y MEAO (Movimiento de Españoles Amigos de Obiang Nguema)
En el barrizal en que tiene metido Obiang Nguema al pueblo guineano, no me extraña que cale y haga más efecto el sucio y barriobajero bulo de que no hay problemas políticos entre él y yo; sino de “mujeres”. Si no los hay políticos, desde luego de nivel, sí. Todo, menos el sucio argumento de “mujeres”; a las que él ha convertido en una pocilga en la que se revuelca él solo.