lunes, 30 de junio de 2008

El escrupuloso trato a los dictadores frente a la fiscalización de la disidencia


Las cosas que pasan en el continente africano es para darles un par de vueltas. No es lo mismo Zimbabue que Guinea Ecuatorial a pesar de compartir dictadores aberrantes y que estos, a su vez, son amiguetes hasta el extremo de saltarse a la torera los acuerdos internacionales o las leyes de sus respectivos países…en el fondo, más que Presidentes son los dueños de vidas y haciendas, por lo tanto hacen lo que les da la gana sin mucha mías oposición que alguna bronca ocasional como la que se llevará Mugabe en Egipto.

Hay quien piensa que las cosas habría que hacerlas a partir del principio de reciprocidad y que estos dictadores no tengan mejor salida que sus antecesores pero eso no será así y ahí tenemos, como ejemplo iluminador, a los remilgados que se escandalizan con la intención de intentar sacar al dictador por los únicos medios posibles, aunque discutibles, y sus silencios cómplices con las actitudes y acciones de violencia desproporcionada de estos dictadores de opereta.

España está llena de estos seudos progresistas que critican las intenciones de las víctimas y se callan, quizá por profunda y repugnante cobardía, la realidad de estos dictadores sin conciencia. Se les llena la boca con lo “políticamente correcto” mientras son incapaces de entender el sufrimiento de millones de personas que por la incompetencia general de estos gobiernos, pasan hambre, sed y enfermedades que en la mayoría de los casos estarían absolutamente superadas.



SHARM EL SHEIJ, Egipto (Reuters) -


El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, llegó el lunes a la cumbre de la Unión Africana, donde se enfrentará a las críticas tras ganar una elección de un solo candidato calificada por los monitores de injusta y violenta.



Mugabe, de 84 años, se trasladó a Egipto por la noche poco después de asumir su cargo, que extiende su presencia continuada en el poder desde la independencia del país de Reino Unido en 1980.


Su decisión de continuar con las elecciones tras la retirada del líder opositor Morgan Tsvangirai provocó críticas sin precedentes hacia el antiguo héroe de la liberación. Tsvangirai se retiró por la violencia que, según asegura, dejó casi 90 muertos entre sus seguidores.


Los monitores de los vecinos de Zimbabue en la Comunidad de Desarrollo de África del Sur (SADC) y el Parlamento Panafricano dijeron que la votación estuvo minada por la violencia y no reflejaba la voluntad del pueblo.


Las indicaciones previas a la cumbre sugirieron que los líderes rechazarán las peticiones occidentales para que se impongan nuevas sanciones sobre Zimbabue y presionen para que haya negociaciones entre Mugabe y Tsvangirai.


Algunos de los líderes están a favor de un acuerdo de poder compartido similar al que puso fin a la sangrienta crisis poselectoral en Kenia a principios de año.


La crisis de Zimbabue ha arruinado un país próspero en el pasado, generando la peor tasa de hiperinflación mundial y enviando a millones de refugiados a países vecinos.


Tsvangirai pidió a los líderes que no reconocieran la reelección de Mugabe. "Queremos que (la UA) diga que los comicios del día 27 (de junio) no son legítimos", dijo a la televisión pública holandesa.


"Queremos que digan que las elecciones del 29 de marzo reflejaron la voluntad del pueblo y que esa debería ser la base para negociar esta transición", añadió.


Tsvangirai ganó la primera ronda electoral de marzo pero no llegó a obtener la mayoría necesaria para lograr la victoria.



/Por Daniel Wallis/